Como nuestro intrépido ratón descubre el mundo tras caerle una piedra en la cabeza, nosotras las «Ranas Mundanas» hemos pedido a Waffle, el hámster de 5 años, que viniese a nuestra charca para conocer a estos mamíferos mucho más de cerca.
Waffle estaba escondido entre algodones, durmiendo una plácida siesta, pero al ver que nos acercábamos a saludar… ¡Él ha querido conocernos más!
Su cuerpo estaba cubierto de pelo gris, su nariz era de color rosa, sus patitas eran muy pequeñitas, su cola era muy corta y era un ratoncito muy, pero que muy pequeño.
Tras saludar, se ha vuelto a esconder para poder descansar y hemos querido saber mucho más sobre este adorable animal.
Al igual que nosotros cuando somos pequeños, los ratones beben leche de los pechos de su mamá y no tienen nada de pelo. Conforme van creciendo, su cuerpecito se va llenando de pelaje hasta llegar a convertirse en una verdadera «bola de pelo».
También hemos investigado sobre lo que comen estos pequeños roedores. Comen pipas, maíz, pienso y avena, por lo que hemos puesto un poco más a Waffle para mantenerse sano y bien alimentado.
Pero mientras investigábamos, Waffle seguía acurrucado entre algodones, y es que, los hámsteres… ¡Duermen prácticamente durante todo el día!
Así que con todas las cosas aprendidas entre todos, hemos creado una anáfora con las características de este pequeño ratoncito.
¡Nos encanta poder contar y leer todo aquello que vamos aprendiendo!
«Soy el ratón,
Caramelón,
que come mucho
y bebe del porrón.
Y digo sí, sí, sí,
y digo no, no, no.
Soy el ratón,
soy el ratón Caramelón.
¡Chim pom!«
Alumnos/as 3 años