DANZA EN FAMILIA

Este sábado, por la celebración del Día Internacional de la Danza, todas las ranitas hemos podido disfrutar de un taller con nuestras familias impartido por Ana Ramírez, una bailarina profesional titulada en danza clásica y contemporánea.

«Danza en familia” es un taller que nos permite disfrutar y aprender a bailar y a moverse en parejas, junto con nuestro papá o mamá y así descubrir el propio cuerpo y las posibilidades de jugar a través de la expresión corporal, acompañado de movimientos rítmicos, gestuales, sensoriales y creativos.

Hemos realizado tres partes diferenciadas de calentamiento, parte motriz, y relajación final. Al principio, hemos comenzado a realizar movimientos con nuestras familias para iniciar el contacto físico y afectivo mediante la consolidación del vínculo, dándonos abrazos, juntando nuestras manos, acurrucándonos en una bolita, etc.

Después, hubo momentos de más actividad en la que los papás tenían que imitar nuestros gestos, saltar desde sus brazos, desplazamientos por el aula, girar en parejas, etc. Y por último, hubieron momentos para la relajación, el masaje y la complicidad con nuestras familias acompañado de música más tranquila.

Esta actividad ha sido una oportunidad para descubrir nuevas vías de relación con los demás y con nuestro propio cuerpo. Hemos disfrutado mucho de este taller de danza y expresión donde primaba la armonía, el baile y el juego.

Compartir este momento en familia favorece a las relaciones afectivas del niño y al progreso armónico del desarrollo de la personalidad.

Alumnos/as de 3 años.

BAILAR SIN CESAR

Las ranitas además de pasárnoslo muy bien en las clases de Catalina, aprendemos a realizar movimientos con nuestro cuerpo y así poder sentir la música con nuestros cinco sentidos.

En la última sesión de expresión corporal, hemos aprendido los pasos de la canción del «Galandum» moviendo nuestras extremidades, dando vueltas sobre nosotros mismos y coordinándonos con nuestra pareja para los movimientos.

Podemos adquirir así las habilidades más básicas para la vida, como la conciencia espacial, la memoria, la concentración, la expresión de distintas formas, aumentar nuestra habilidad auditiva, etc.

También, podemos descubrir nuestra propia identidad y desarrollar nuestro esquema corporal desde el cuerpo y los sentidos, como nuevas vías de relación entre nosotros.

“Reconocerse y ser reconocido, esa es la meta más ambiciosa del niño/a de infantil. Hallarse a sí mismo en los otros .”  Malaguzzi, L. Los cien lenguajes de la infancia.

Alumnos/as de 3 años.