EL VERDE QUE SE MUERDE

Nuestra aula… Un lugar donde crecemos, observamos, sentimos y aprendemos de nuestras experiencias que nos hacen crecer día tras día. Un lugar donde soñamos, donde creamos un vínculo con nuestros iguales y empezamos a conocernos nosotros mismos.

Nuestro cuerpo, nos permite ahondar y proyectar aquello con lo que queremos experimentar, descubrir, percibir con nuestros tan aflorados sentidos, para así generar un aprendizaje profundo y un buen recuerdo en nuestra memoria de lo vivido.

El pensar que puedo tener total libertad tocando, oliendo, agarrando, lanzando, despedazando, mordiendo y degustando alimentos, resulta ser un banquete para nuestras manos, nuestros ojos, nuestra nariz, nuestros oídos y nuestra boca.

De eso se trata, de poder ver que son capaces de experimentar y descubrir mediante su cuerpo. Resulta tan especial verlos sonreír cuando tocan algo nuevo. Momentos así ocurren cuando prueban por ejemplo; un espárrago, un pimiento, cuando ven que una lechuga es rugosa y agradable al tacto, cuando un aguacate se deshace entre sus manos…

La experiencia nos enseña que el pensamiento no se expresa con palabras, sino que más bien se da cuenta de sí mismo a través de ellas.

La experiencia nos enseña que el pensamiento no se expresa con palabras, sino que más bien se da cuenta de sí mismo a través de ellas.

Vygotscky

Alumnos/as de 2 años